A través de esta línea, el Idartes gestiona, apoya y propicia iniciativas artísticas y culturales que generen impacto social en las comunidades y en los territorios, con el fin de establecer indicadores de transformación social mediante las artes e identificar estrategias metodológicas que estén siendo aplicadas por diferentes organizaciones y colectivos artísticos.

Arte y memoria sin fronteras promueve las prácticas artísticas y culturales comunitarias como una estrategia para el fortalecimiento del tejido social, a través de la cual las comunidades visibilizan sus causas, manifestaciones y su propia voz sin mediaciones, como expresiones de resiliencia y resistencia, para contrarrestar el silencio, el olvido y la evasión en territorios históricamente segregados.

La Línea Arte, ciencia y tecnología se creó tomando en cuenta los profundos cambios que se han venido presentando en las urbes contemporáneas y específicamente en el campo artístico, en el que las transformaciones tecnológicas proponen nuevas e inminentes formas de relación. Es por esta razón que la línea busca que los diálogos entre el arte y la tecnología permitan la convergencia de los agentes del campo de las artes, lo público y la sociedad.

Su propósito es expandir los límites creativos de las prácticas artísticas de la mano de la lógica digital y generar espacios colaborativos en la ciudad para la innovación y el emprendimiento.

La línea está compuesta por dos programas principales: Plataforma Bogotá, laboratorio interactivo de arte, ciencia y tecnología, y CKWEB, estación radiofónica y audiovisual experimental.

Encargada de promover el trabajo en red, la asociatividad, la articulación, el emprendimiento, la innovación, la circulación y la reactivación de las y los agentes artísticos de Bogotá, garantizando su sostenibilidad económica, social, política, ambiental y cultural en el marco de la defensa de los derechos culturales de los ciudadanos.

En este sentido, y teniendo en cuenta la actual crisis que se está viviendo a nivel mundial causada por la pandemia, entre colectivos comunitarios o empresas creativas —y todo lo que puede haber en el medio— suelen surgir preguntas permanentes como: ¿cómo continuar?, ¿cómo no desaparecer? y, no menos importante, ¿cómo no perder el sentido de lo que se hace?