El jueves 3 de marzo, alrededor de las 9:00 a.m., 27 niñas y niños del Colegio Jaime Garzón, sede Raizal, en El Parque Temático Chaquén, un espacio de formación e investigación de la Subred Integrada de Servicios de Salud Sur E.S.E., en la Cuenca Río Blanco, se preparaban para la última jornada de grabación de Así suena Sumapaz, un ejercicio de memoria sonora del páramo elaborado en el marco de Una ciudadanía desde las artes y los derechos en Bogotá, un proyecto del Instituto Distrital de las Artes - Idartes y Fundación PLAN.
“¿Ésta planta de hoja morada cuál es?”, le pregunta Juliana Rojas, ingeniera agrónoma de la Subred Sur, a un grupo de niños y niñas.
“¡Lechuga! ¡Acelga!”, responden algunos, mientras que Santiago, de 8 años, cuenta que su abuela utiliza esa planta cuando está enferma.
Aproximadamente a las 9:45 a.m., los estudiantes, que tienen entre 6 y 8 años, inician un recorrido en grupos a lo largo del Parque Temático Chaquén, en la Cuenca Río Blanco, para descubrir la diversidad de plantas que se pueden encontrar en su ecosistema como algunos tomates, remolacha, brócoli, granadillas, y plántulas con cualidades medicinales, como el boldo, que como infusión funciona para curar enfermedades hepáticas.
Mientras descienden por las terrazas, las voces de niñas y niños se entrelazan con el sonido del viento que acaricia la copa de los árboles. A Esmeralda, 7 años, esto es lo que más le agrada de vivir aquí. La fuerte corriente del río era la que más se escuchaba, aunque también se oía de manera intermitente el canto de algunas aves como la gallineta azul y el cormorán. Sonidos muy característicos de Sumapaz.
Niñas y niños cargan su propia herramienta de documentación, todos están listos para recopilar sonidos, mensajes e ideas. Algunos tienen una pequeña cámara digital de dos colores —unas verde con amarillo y otras con rosado— mientras que otros cargan grabadoras y, unos pocos, el celular de sus padres.
“¿Qué plantas hemos visto hasta ahora?” “Uchuvas, cebollas. ¡Maíz! Acelga, papa, tomate”, afirman algunos mientras que los otros saborean o tocan plántulas y verduras.
Niñas y niños terminan el cuarto y último capítulo del podcast Así suena Sumapaz sobre Conectando puentes entre el campo y la ciudad con lo que escuchan, reconocen e interpretan.
Este proyecto, desarrollado con el Colegio Juan de La Cruz Varela, sede Tunal Alto, en la Cuenca del Río Sumapaz y el Colegio Jaime Garzón, sede Raizal, en la Cuenca del Río Blanco, de la localidad de Sumapaz, le apuesta al reconocimiento del rol del arte y la cultura campesina mediante un ejercicio de memoria sonora.
Así suena Sumapaz es un podcast compuesto de cuatro capítulos que surge como resultado de una serie de laboratorios en los que las niñas, niños, familias y comunidades, exploraron, a partir de lo corpóreo, sensorial y poético de las artes, la tradición oral campesina y las particularidades de su ecosistema.
Sumapaz, que abarca alrededor de un 50% de la ciudad de Bogotá, es una localidad completamente rural y contiene el corazón del páramo más grande del mundo. La protección y el reconocimiento de este territorio, particularmente por sus habitantes, es la razón por la que el Idartes y Fundación PLAN deciden desarrollar este componente.
El proceso, de cuatro laboratorios, buscó reconocer los procesos identitarios de niñas, niños y adolescentes sumapaceños mediante la recopilación de manifestaciones, expresiones, sentires, prácticas y saberes artísticos.
“A través de la tradición oral, como las coplas, las rimas, canciones e historias, las personas pueden reactivar su memoria y permitir que el arte transforme los imaginarios de un territorio. Es importante que los niños y niñas reconozcan la función del arte y la cultura campesina en la construcción del tejido social de la comunidad de Sumapaz”, cuenta Catalina Valencia Tobón, directora del Idartes.
Los capítulos Memoria y territorio, Arte y ruralidad, Soy campesino de la zona rural de Bogotá y Relaciones campo y ciudad se presentaron en el Encuentro de Arte Rural, realizado el 17 de marzo en el Colegio Juan de la Cruz Varela, sede Tunal Alto, en Sumapaz.
“Desde Fundación PLAN nos emociona escuchar las narraciones de las niñas, niños y adolescentes que hicieron parte de este proceso. Lograr compilar sus voces y relatos aporta a la visibilización de la ruralidad en las múltiples culturas de Bogotá. Este ejercicio artístico y sonoro nos ayuda a posicionar la identidad campesina de las personas que habitan Sumapaz”, expresó Ángela Beatriz Anzola de Toro, presidenta ejecutiva de Fundación PLAN.
Los capítulos de Así suena Sumapaz se podrán encontrar en Idartes en casa y en el canal de Fundación PLAN.